domingo, 12 de febrero de 2017

Manchester (I): La bandera, cocina canaria con estilazo en otra isla


Una escapadita a Manchester me ha dado la oportunidad de conocer algunos restaurantes de los que merece la pena, y mucho, tomar nota. También he metido la pata en otro, ahora os lo cuento, pero antes de eso recomendaros de verdad una visita a Manchester, ciudad que no conocía y que me ha sorprendido gratamente. Es un lugar pequeño, asequible y que da gusto pasear. Así que si tenéis oportunidad... No os lo perdáis.
Al lío: está claro que las prisas no son buenas para nada, mucho menos a la hora de elegir restaurante. Como llegamos a la ciudad un poco tarde y cansados decidimos cenar cerca del hotel. Como estábamos en Chinatown no fue difícil encontrar un local a la vuelta de la esquina. Hay veces que se acierta con el olfato y esta vez, aunque nos pudo la impaciencia, todo apuntaba a que así sería. El restaurante Yang Sing tenía muy buena pinta, cocina cantonesa, buen ambiente y bastantes chinos entre sus comensales así que todo presagiaba una cena agradable. No voy a extenderme mucho en la descripción de la cena, pero el caso es que apenas pudimos probar bocado. Un arroz pasado, apelmazado y soso y un pato laqueado volvieron a la cocina prácticamente intactos. Sólo pudimos comer unos rollos de lechuga con pollo que habría cocinado perfectamente mi sobrina de nueve años. No estuve muy espabilada, la verdad, porque a pesar de que le dije a la camarera que no los platos no estaban buenos, lo que tenía que haber hecho es devolverlos a la cocina y no pagarlos. Así que nos fuimos a la cama con 50 libras menos en el bolsillos y el estómago vacío. Vale, ya sabéis Yang Sing, no.

Pero vamos con lo bueno. Prácticamente debajo de la puerta de Chinatown, está el restaurante japonés Yuzu, un local pequeñito, con un menú para el almuerzo delicioso y a muy buen precio.




Los platos se sirven acompañados de sopita miso y encurtidos, como este salmón orgánico con arroz. También pedimos una clásica tempura de verdura y un sashimi. Además, como sugerencia ofrecían unas ostras fritas a las que tampoco me resistí y que merecieron la pena por su untuosidad y perfecta fritura, aunque a mí, amigos, dadme una ostra viva y llamadme tonta.



Hasta La Bandera

Croquetas de chipirones
Si hay algo que no hago prácticamente nunca cuando viajo fuera de España es ir a un restaurante español porque cuando alguna vez lo he hecho la decepción  ha sido monumental. Esta vez, sin embargo, habíamos oído hablar muy bien de uno llamado La Bandera, cuyo dueño y tres de sus cocineros son canarios. Así que había que probar. Una noche fuimos con la intención de tomar un vinito y un par de tapas y flipé. De verdad, ¡qué cosas más ricas! Así da gusto. Aunque en la carta no falta la tortilla de patatas, las patatas bravas o las papas arrugadas con mojo, lo maravilloso del asunto es que no se han quedado en la cocina española tradicional sino que han arriesgado presentando platitos de muy buen gusto y moderna interpretación. Doy la mejor nota al pulpo en dos cocciones, con mojo rojo y a las croquetas de chipirones, pero no se quedó atrás el chorizo al vino, también magníficamente preparado.



Con Yashin, el orgulloso propietario


La atención fue estupenda y tuvimos la suerte de conocer a Yashin Dadashnejad, el canario que se animó a montar este local en Manchester y que se mostraba verdaderamente orgulloso, y con razón, de lo que ofrecía en su restaurante.
Tanto nos gustó que repetimos al día siguiente para probar su arroz de mar y montaña del que también teníamos buenas referencias y que no me decepcionó en absoluto. Un arroz meloso y lleno de sabor que me supo a gloria en el corazón del frío Manchester. El local cuenta además con una estupenda bodega en la que, por supuesto, no faltan las referencias canarias.

Arroz de mar y montaña

(to be continued...)

No hay comentarios:

Publicar un comentario